17 de Octubre de 2014
El Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muižnieks, afirma:
“Los acontecimientos de ayer en Melilla, donde la Guardia Civil utiliza la violencia contra varios migrantes que devolvió a Marruecos sin evaluar sus necesidades y sin que les permita solicitar asilo, es un ejemplo más que preocupante de los fallos en el tratamiento de los migrantes en sus enclaves de España. Cuando los migrantes llegan a un país del Consejo de Europa, las autoridades del Estado tienen el deber de examinar su situación individual y permitirles buscar asilo”.
“Es ilegal que un estado simplemente los expulse sin más. España no ha respetado sus obligaciones internacionales en este tema – por desgracia, esto no es la primera vez. Para modificar esta situación, es necesario que se abra una investigación para establecer la responsabilidad de la violencia policial. Se deben dar órdenes claras para evitar el futuro uso de la violencia y detener las actuales prácticas de expulsión. Los flujos migratorios sin duda representan un desafío para los países europeos, pero esto no justifica las operaciones de control de fronteras incompatibles con las normas de derechos humanos”.